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Sensizone®

SENSIZONE ®
Loratadina, Betametasona (Solución)

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada 100 ml contienen:
Loratadina ………………………100.0 mg
Betametasona …………………………5.0 mg
Vehículo cbp …………………………100 mL

Antialérgico, antiinflamatorio esteroideo, y antihistamínico.

SENSIZONE® está indicado para el alivio de las manifestaciones inflamatorias y pruriginosas que caracterizan dermatosis atópica angiodema urticaria, rinitis alérgica estacional y perenne; reacciones alérgicas alimentarias y medicamentosas, dermatitis seborreicas, neurodermatitis, asma alérgica, manifestaciones oculares de tipo alérgico como conjuntivitis e iridociclitis y reacciones alérgicas a los piquetes de insectos. El propósito de esta combinación es la eliminación de la inflamación por medio de la acción de la Betametasona y del prurito por medio de la acción de la Loratadina.

La Betametasona proporciona efectos antiinflamatorios, antialérgicos y antirreumáticos en el tratamiento de padecimientos que responden a corticoesteroides entre ellos se encuentra la Betametasona que produce efectos metabólicos profundos y variados que modifican la respuesta inmune humoral ante diversos estímulos. La Betametasona presenta elevada actividad glucocorticoide y menor actividad mineralocorticoide.

La Loratadina es una molécula muy poco soluble, no cruza la barrera hematoencefalica, por lo que tiene muy baja afinidad con los receptores cerebrales generalmente asociados con la actividad sedante de otros antihistamínicos.

SENSIZONE® está contraindicado en pacientes con infecciones micoticas sistémicas, obstrucción vesicular, hipertrofia prostática, retención urinaria, hipocalemia y en aquellos con hipersensibilidad a cualquiera de sus componentes o a drogas de estructuras químicas similares, embarazo y lactancia. Ni en pacientes que reciben tratamiento con inhibidores de la MAO y a los que han demostrado hipersensibilidad a cualquiera de los componentes de SENSIZONE®.

A los pacientes con insuficiencia hepática grave se debe administrar inicialmente una dosis menor, ya que estos pueden tener una depuración más lenta del medicamento; la dosis inicial recomendada es de 5 mg una vez al día o 10 mg en días alternos.

Pueden requerirse ajustes en la dosis en procesos de remisión o exacerbación de la enfermedad, dependiendo de la respuesta individual del enfermo al tratamiento y la sobrecarga a la que este expuesto, por ejemplo, en la infección severa, cirugía o herida. Después de la suspensión de la corticoterapia de larga duración o dosis elevadas, se recomienda la observación estrecha del enfermo hasta por un año.

Pudiera ocurrir, insuficiencia corticosuprarrenal secundaria inducida por el fármaco como resultado de una suspensión demasiado rápida del corticosteroide. Esto puede reducirse al mínimo disminuyendo gradualmente las dosis. El efecto de los corticosteroides aumenta en pacientes con hipotiroidismo o cirrosis. Los corticosteroides deben usarse con cautela en pacientes con herpes simple ocular, debido a la posibilidad de perforación de córnea.

El tratamiento con corticosteroides puede dar lugar a la aparición de trastornos psíquicos. La inestabilidad emocional o las tendencias psicóticas previamente existentes pueden ser agravadas por los corticosteroides.

Se recomienda tener cuidado en casos de: Colitis ulcerativa inespecífica, si hay perforación inminente, absceso y otra infección piógena; diverticulitis, anastomosis intestinal reciente, ulcera péptica activa o latente, insuficiencia renal, hipertensión, osteoporosis y miastenia gravis.

Como las complicaciones de la corticoterapia dependen de la magnitud de las dosis y duración del tratamiento deberán contrapesarse en cada caso individual el beneficio potencial de la droga contra los posibles riesgos.

Los corticosteroides pueden enmascarar algunos signos de infección, pudiendo desarrollarse nuevas infecciones durante su uso. Cuando se usan corticosteroides puede ocurrir una reducción de la resistencia y una incapacidad para localizar la infección.

El uso prolongado de corticosteroides puede producir cataratas posteriores subcapsulares, glaucoma con posibilidad de daño del nervio óptico y fomentar el desarrollo de infecciones oculares secundarias por hongos o virus.

Las dosis habituales y elevadas de corticosteroides pueden aumentar la presión arterial, retención de sal y agua, y aumentar la excreción de potasio. Es menos probable que ocurran estos efectos con los derivados sintéticos, excepto cuando se usan dosis elevadas.

Debe considerarse restricción de sal y suplemento de potasio en la dieta. Todos los corticosteroides aumentan la excreción de calcio. Durante la corticoterapia no se deben realizar procedimientos de inmunización, especialmente en aquellos pacientes que estén recibiendo dosis elevadas, debido al posible riesgo de complicaciones neurológicas y a la falta de respuesta de anticuerpos.

Debe advertirse a los pacientes tratados con dosis inmunosupresoras de cosrticosteroides que eviten la exposición a la varicela o al sarampión, y que en caso de haber estado estar expuestos consulten a su médico. Esto reviste importancia especial en los niños.

La corticoterapia en enfermos con tuberculosis activa deberá limitarse a aquellos casos de tuberculosis diseminada o fulminante, en los cuales el corticosteroide se utiliza en forma concomitante con un tratamiento antituberculoso adecuado. Si los corticosteroides estuviesen indicados en enfermos con tuberculosis latente, es necesario instituir estrecha vigilancia debido a que la enfermedad puede ser reactivada. Durante la corticoterapia prolongada, estos enfermos deberán recibir quimioprofiláxis.

El crecimiento y desarrollo en niños que reciben corticoterapia prolongada deberán ser cuidadosamente observados, ya que la administración de corticosteroides puede trastornar las tasas de crecimiento e inhibir la producción endógena de corticosteroides. La corticoterapia puede alterar la movilidad y el número de espermatozoides.

No se ha establecido si la administración de SENSIZONE® pueda representar alguna alteración durante el embarazo. Por lo tanto, el medicamento debe utilizarse solamente si el beneficio potencial para la madre justifica el riesgo potencial para el feto. Por lo que el uso de SENSIZONE® durante el embarazo y la lactancia deberá ser prescrito, bajo la supervisión del médico.

Se ha establecido que la Loratadina se excreta en la leche humana; debido al riesgo potencial que representa la administración de antihistamínicos para los lactantes, particularmente recién nacidos y bebes prematuros, se debe decidir acerca de suspender la lactancia o la administración del medicamento.

El empleo de corticosteroides en el embarazo, en madres lactando o en mujeres en edad reproductiva requiere que se considere por una parte el riesgo y por otra los posibles beneficios. Los recién nacidos de madres que hayan recibido tratamiento con corticosteroides deben observarse en cuanto a signos de hipoadrenalismo.

SENSIZONE® no tiene efectos sedantes clínicamente significativos a la dosis diaria recomendada (10 mg).

Los efectos adversos reportados más comúnmente incluyen fatiga, cefalea, somnolencia, boca seca trastornos gastrointestinales como nausea y gastritis, y síntomas alérgicos como erupciones. En raras ocasiones durante la comercialización de Loratadina se han informado casos de alopecia, anafilaxia alteraciones hepáticas, visión borrosa, confusión, dificultad para orinar, mareos, alteración del apetito, sudoración.

Betametasona: Las reacciones adversas a este componente de SENSIZONE® han sido iguales a las informadas con otros corticosteroides; sin embargo la pequeña cantidad de corticosteroide presente en la combinación, reduce la posibilidad de efectos colaterales.

Las reacciones adversas informadas incluyen: Trastornos de líquidos y electrolitos: Retención de sodio, perdida de potasio, alcalosis hipocalcémica, retención de líquidos, insuficiencia cardiaca congestiva en pacientes sensibles, hipertensión.

Osteomusculares: Debilidad muscular, miopatía por corticosteroides, pérdida de masa muscular, empeoramiento de los síntomas miasténicos en la miastenia gravis, osteoporosis, fracturas vertebrales, compresión, necrosis aséptica de las cabezas femorales y humerales, fractura patológica de los huesos largos, ruptura de tendones.

Gastrointestinales: Ulcera péptica con posibilidad de perforación ulterior y de hemorragia, pancreatitis, distención abdominal, esofagitis ulcerativa.

Dermatológicas: Menoscabo de la cicatrización de las heridas, atrofia cutánea, piel frágil y fina, petequias y equimosis, eritema facial, aumento de la sudoración, supresión de las reacciones como dermatitis alérgica, urticaria edema angioneurotico.

Neurológicas: Convulsiones, aumento de la presión intracraneal con papiledema (seudotumor cerebral) generalmente después del tratamiento, vértigo, cefalea.

Endocrinas: Irregularidades menstruales, desarrollo de estado cushingoide, supresión del crecimiento intrauterino fetal o en la niñez, falta de respuesta secundaria de la corteza suprrarenal o de la pituitaria, particularmente en momentos de estrés, como en el caso de traumatismo , cirugía o estado de enfermedad, reducción de la tolerancia a carbohidratos , manifestaciones de la diabetes mellitus latente, aumento de los requerimientos de insulina o de agentes hipoglucemiantes orales en los pacientes diabéticos.

Oftálmicas: Cataratas sub capsulares posteriores, aumento de la presión intraocular, glaucoma, exoftalmos.

Metabólicas: Equilibrio negativo de nitrógeno debido a catabolismo proteico

Psiquiátricas: Euforia, cambios violentos del talante desde depresión severa a manifestaciones francamente psicóticas, cambios en la personalidad, irritabilidad exagerada, insomnio

Otras: Reacciones anafilactoides y de hipersensibilidad y reacciones hipotensivas o similares al choque

Loratadina: Cuando se administra concomitantemente con alcohol, la Loratadina no presenta efectos potenciadores como los medidos por los estudios de desempeño psicomotor, Se ha reportado un incremento en las concentraciones plasmáticas de Loratadina después de la administración concomitante de ketoconazol, eritromicina o cimetidina en estudios clínicos controlados pero no se han observado cambios clínicamente significativos (incluyendo electrocardiográficos).

Se debe ejercer precaución cuando se administren conjuntamente otros fármacos que inhiban el metabolismo hepático hasta que se puedan realizar estudios de interacción definitiva.

Betametasona. El uso concomitante de fenobarbital, rifampicina, difenilhidantoina o efedrina pueden incrementar el metabolismo de los corticosteroides disminuyendo su acción terapéutica.

Los enfermos administrados concomitantemente con un corticosteroide y un estrógeno deberán observarse por el posible incremento de los efectos del corticosteroide.

La administración simultánea de corticosteroides con diuréticos que causen aumento de la eliminación de potasio, pudiera incrementar la hipocalemia. El uso concomitante de corticosteroides con glucósidos cardiacos puede aumentar la posibilidad de arritmias o de toxicidad por digital asociada con hipocaliemia.

Los corticosteroides pueden incrementar la depleción de potasio causado por la amfotericina B. En todos estos enfermos administrados con cualquiera de los tratamientos combinados, deberán realzarse determinaciones de electrolitos en suero, particularmente los niveles de potasio deberán vigilarse cuidadosamente.

El uso concomitante de corticosteroides con anticoagulantes del tipo de la cumarina puede acrecentar o disminuir los efectos anticoagulantes del tipo de la cumarina puede acrecentar o disminuir los efectos anticoagulantes, posiblemente requiriendo ajuste de la dosis. Los efectos combinados de las drogas antiinflamatorias no corticosteroideas o alcohol con corticosteroides pudiera aumentar la incidencia o incrementar la gravedad de las ulceras gastrointestinales.

Los corticosteroides pueden reducir las concentraciones de salicilato en la sangre. El ácido acetilsalicílico deberá utilizarse con cuidado conjuntamente con corticosteroides en caso de hipoprotrombinemia.

Cuando se administren corticosteroides en diabéticos, pueden requerirse un ajuste en la droga antidiabética. El uso concomitante de corticosteroides con somatropina pudiera inhibir la respuesta a la somatropina.

SOBRE LA FERTILIDAD: Se realizaron estudios de teratología en diferentes especies animales que demostraron que el producto no es teratógeno cuando se administró por vía oral durante el periodo de organogénesis.

El curso del embarazo o la viabilidad embrionica y fetal en las ratas no se afectó en dosis de hasta 150 mg/kg/día (30 veces la dosis clínica propuesta) y en el caso de conejos, el comportamiento fue igual para los parámetros evaluados administrando dosis de hasta 120 mg/kg/día.

Niños:

De 4 a 6 años con peso de 30 Kg o menos: Media (1/2) cucharadita (2.5 ml) dos veces al día, cada 12 horas.

De 6 a 12 años con peso mayor a 30 Kg: Una cucharadita (5 ml) dos veces al día, cada 12 horas.

La posología debe determinarse individualmente y ajustarse de acuerdo con la enfermedad especifica que se esté tratando, con su severidad y la respuesta clínica que se obtenga.

A medida que se observa mejoría, la posología debe reducirse gradualmente hasta llegar a nivel mínimo de mantenimiento y suspenderse cuando sea posible. Cuando se hayan controlado de modo adecuado los síntomas de alergia respiratoria, debe considerarse retirar gradualmente el producto combinado e instituirse el tratamiento solamente a base de antihistamínico.

SENSIZONE® es un producto combinado, por lo cual debe considerase la toxicidad potencial de cada uno de sus componentes.

En casos de sobredosis se han reportado somnolencia, taquicardia y cefalea. Una sola ingestión de 160 mg de Loratadina no produjo efectos adversos. En caso necesario, el tratamiento que debe iniciarse inmediatamente es sintomático y coadyuvante.

No es de esperar que una sola dosis excesiva de Betametasona cause síntomas agudos.

Excepto las posologías más extremas, es improbable que unos pocos días de administración excesiva de glucorticorticoides cause resultados lesivos, excepto en pacientes a riesgo especial debido a afecciones primarias o que estén recibiendo medicación concomitante que probablemente interactúe adversamente con la betametasona.

Tratamiento: Debe inducirse el vómito aun si ha ocurrido emesis espontáneamente. El vómito inducido farmacológicamente por jarabe de ipecuana, es el método preferido. Sin embargo, no debe inducirse el vómito en pacientes con alteraciones del estado de despierto. La acción de la ipecacuana, se facilita por la acción física y por la administración de 240 a 360 mililitros de agua. Si no ocurre emesis dentro de los 15 minutos de haberse administrado ipecacuana, debe repetirse la dosis. Deben tomarse precauciones para evitar la broncoaspiración, especialmente en los niños. Después de la emesis debe tratarse de absorber cualquier resto de medicamento que quede en el estómago administrando carbón activado en forma de suspensión espesa en agua.

Si no se puede inducir el vómito, o está contraindicado, se debe efectuar lavado gástrico. La solución salina fisiológica es el vehículo de elección para el lavado gástrico, especialmente en niños. En adultos puede usarse agua corriente, sin embargo antes de proceder a la siguiente instilación debe extraerse el mayor volumen posible de líquido administrado previamente.

Los catárticos salinos atraen agua dentro del intestino por osmosis y por lo tanto, pueden ser valiosos por su rápida acción diluyente del contenido intestinal. La Loratadina no se depura por hemodiálisis en grado alguno apreciable después de administrar tratamiento de urgencia, se debe mantener al paciente bajo vigilancia médica.

El tratamiento de los signos y síntomas de la sobredosis es sintomático y de sostén. Mantener una ingestión adecuada de líquidos, vigilar los electrolitos séricos y urinarios, prestando particular atención al equilibrio de sodio y potasio, si es necesario, tratar el desequilibrio electrolítico.

Frasco con 60 ml de solución (100/5mg)

Literatura exclusiva para médicos. No se deje al alcance de los niños. Su venta requiere receta médica. La solución contiene 40 por ciento de azúcar y 7.0 por ciento de otros azúcares. No se administre a menores de 4 años. El uso durante el embarazo y la lactancia deberá ser prescrito bajo la supervisión de un médico. Reporte las sospechas de reacción adversa al correo: farmacovigilancia@cofepris.gob.mx y farmacovigilancia@liomont.com.mx

Laboratorios Liomont S.A. de C.V. Adolfo López Mateos No.68, Col. Cuajimalpa, C.P. 05000, Deleg. Cuajimalpa de Morelos, Ciudad de México, México.

Reg. Núm. 116M2017 SSA IV ® Marca registrada

 

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